viernes, 8 de enero de 2010

Redacción: Mi primer polvo.

La idea era viajar en el tiempo de alguna forma legal y encontrarme con el YO de hace 10 años y obligarme a ir de putas. De esta forma conseguiría dejar de tener vergüenza al decir que a mis 28 años aún no había follado. Era un buen plan. Pero salió mal. Las cosas se jodieron un poco, allí todo era más barato; la comida, la bebida, las mujeres,... El primer día que estuve en el pasado me fui con una puta y luego me pillé una buena taja. Terminé dormido en un portal con la ropa potada. Suerte que era verano y al día siguiente me pude duchar en una fuente y limpiarme un poco la ropa. Me había gastado casi todo mi dinero y no podía sacar nada del banco porque en esa época no tenía nómina en la cuenta y porque básicamente mi cartilla tenía una fecha del futuro y los putos cajeros de mierda no la podían leer. Tampoco pude entrar a una oficina de "La Caixa" a pedir una cartilla porque mi aspecto no era el de un chaval de 18 años de mierda. De todos modos ya ni me dejaron entrar por culpa de mis pintas de indigente. La verdad es que tenía mucha hambre, así que empecé a molestar a la gente, a pedirles dinero para llamar por teléfono. Conseguí unas monedas y me compré un pollo a l'ast y una cervecita. El pollo estaba bastante bueno la verdad. Estaba yo tomando tranquilamente mi cerveza en el Parc de l'Escorxador cuando de repente me vi a mi mismo andando por la calle. La verdad es que no me dije nada por vergüenza. Mi aspecto era patético. -Mejor no molestarme- pensé. Me miré en el reflejo de un aparador de un comercio y realmente me había convertido en una especie de mendigo, un vagabundo temporal depauperado. La verdad es que no tenía ni puta idea de volver a mi época contemporánea. Así que me encontré atrapado en el pasado, mendigando e intentando no encontrarme conmigo mismo. Menuda mierda ¿No? Bueno, al menos pude mojar el cimbrel. Técnicamente si volviera a mi tiempo real podría afirmar que eché mi primer polvo en el año 2000, cuando se supone que tenía 18 años, pero volver era ya IMPOSIBLE. Mi vida destrozada por buscar un primer polvo. En fin, más vale tarde que nunca.

Y eso es lo que me ha venido esta noche a la cabeza.

4 comentarios:

Juanma Rueda dijo...

A veces los grandes sacrificios son los que valen la pena. Solo a veces.

Anónimo dijo...

Muy bueno.

fromthedrain dijo...

enorme!

Jimbo dijo...

Ciertamente, esto explica la abundancia de mendigos en los alrededores del Massachussets Institute of Technology.