martes, 29 de septiembre de 2009

Hulk

El otro día pensé en el fenómeno Hulk. Imagínense las cosas al revés. Un hombre normal, un tanto feo y primitivo, que es muy musculoso, extremadamente musculoso. Algo fuera de lo normal. Su piel es blanca y viste de forma elegante. Su ropa no está rota, está hecha a medida por un costurero amigo de su familia, que hace tiempo conoce al chico y su "problema" de tamaño. El tipo es extremadamente inteligente, cosa que sorprende, ya que nuestros prejuicios nos dicen que los tipos gigantes y fuertes son tontos. El hombre trabaja en una oficina o lo que sea, es bastante competente. El tipo tiene bolis más gordos de lo normal para poder trabajar, al igual que un mouse gigante y un teclado a su medida. Ya me entienden. A veces este tipo se pone nervioso. En estos terribles casos el tipo disminuye de tamaño y su piel va cambiando de color, se va haciendo verde. El tipo se transforma en una persona más o menos normal, con toda la ropa ancha rota. Está fuera de control, pese a ser débil lo tira todo al suelo y pega a todo el mundo, emite ruidos incomprensibles y se pone las manos a la cabeza. Es totalmente anti social. Se mete con todo el mundo y se lo carga todo. Las autoridades no lo pueden frenar porque temen hacerle daño al dispararle o al atizarle con una porra. Es imparable. Los daños que ocasiona no son muy jodidos, pero el tipo se debe creer que está alzando el infierno en la tierra.

Menuda paradoja.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Las cosas se mueven y mis pelotas están en medio

Joder, estos días he estado viajando por todo el mundo y bebiendo todos los días durante las pausas entre folladas. Ha sido muy divertido y he aprendido mucho, pero he llegado a España un tanto cansado. He conocido a un hombre con un pene en la cara, he pintado 35 cuadros con la mente, he hablado durante varias horas con Jesús Cristo y me ha rulado un porro, me han intentado quemar y he cocinado vedella amb bolets. Durante todos estos periplos me he dado cuenta de que estoy realmente bueno. La cosa sigue en marcha, tengo mil proyectos y movidas entre manos, he hecho varias entrevistas por la tele y ahora mismo voy a presentar mi tercer libro. Las cosas se mueven y mis pelotas están en medio. Hoy he mirado mi cuenta bancaria y resulta que soy rico.

Joder, a quién quiero engañar. Soy un pedazo de mierda y vosotros también.

Volveré con algo interesante. El tiempo me aprieta la cabeza.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Había un tipo greñudo en la habitación.

"Había un tipo greñudo en la habitación. El tipo se apartó un mechón de pelo de un lado de su cabeza y se lo puso detrás de la oreja. Entonces vi que tenía como un coño justo delante de su oreja. El tipo se lo rascaba, como si fuera una herida, una crosta. Verlo rascar ese coño me creaba cierta incomodidad, quiero decir, lo hacía sin cuidado, lo tocaba como si fuera un trapo sucio. Estaba como destrozándolo. No llegaba a sangrar ni nada, pero lo removía sin respeto. Creo que el tipo no sabía que tenía eso en la cabeza. Creía que tenía algo, cualquier cosa, pero no un coño. Entonces Fred me pasó el canuto y me pasé el resto de la noche fumando y mirando a las tías que había en esa casa."