jueves, 31 de enero de 2008

Texto de maricas

«Era la edad de la sabiduría, era la edad de la locura; era la estación de la luz, era la estación de las tinieblas; era la primavera esperanzada y el invierno de la desesperanza, teníamos el mundo ante nosotros, y no teníamos nada...»

lunes, 28 de enero de 2008

Ese cabrón



Me gustaba ir a la playa en invierno. La verdad es que en verano normalmente trabajaba en algún sitio de mierda; cargando cajas, vendiendo helados o alguna otra mierda del estilo. Con eso me ganaba unos cuantos billetes para ir malviviendo durante el resto del año, sumado a algún dinerillo que me daban mis padre porque les daba pena. La verdad es que con dos cervezas al día y un disco por semana yo ya estaba contento, y con ese dinero tenia más que suficiente. El caso es que tenía que conformarme con ir a la playa cuando hacía frío, que a mi me daba igual, porque odiaba bañarme, pero no había tantas tias en bikini o enseñando las tetas directamente. Me gustaba sentarme en la arena y mirar el mar, no por nada en especial, pero al ser tan aburrido y plano podía concentrarme en pensar qué coño hacer en mi vida. No tenía ni puta idea de dónde estaría en 2 meses, así que intentaba poner algún tipo de orden, intentaba marcarme algún objetivo o algo. La verdad es que tampoco pensaba demasiado, normalmente me quedaba como en blanco hasta que me entraban ganas de masturbarme y me largaba a mi apartamento. Creo que solamente lo hacía para poder explicarlo en algún bar de moda, un viernes por la noche, a alguna tia a la que me quería follar, -a veces voy a la playa a pensar, ¿sabes?-, menuda mierda.

No sé exactamente qué mes era, pero sé que era invierno, y era por la tarde. Estaba sentado en la arena y entonces apareció ese tio. Tenía algún tipo de problema, no sé qué coño era, pero no era un tio normal. Sin decirme nada se sentó a mi lado y me acercó su lata de cerveza.

-No gracias- le dije.
-Toma un poco amigo- contestó.

Le cogí la cerveza y pegué un trago. No quería beber, sabía que eso le gustaría y lo tendría toda la tarde a mi lado, contándome sus MIERDAS. El tio siguió hablando.

-Una vez me follé a dos tias en esta playa- dijo- pero era en verano.
-Vaya.
-Vendía latas de cerveza ¿sabes? Iba por la playa vendiendo latas de cerveza como ésta- y me enseña la lata de la que habíamos bebido los dos -La playa estaba llena de gente y hacía un calor infernal.
-Sí claro, bueno, creo que tengo que volver a casa- la verdad es que no quería escuchar la historia de cómo ese tipo se había follado a una tia.
-¡No!, escucha- contestó -tengo que contárselo a alguien, si no es como si no hubiera pasado joder,...tienes que escucharme...- el tio estaba realmente desesperado. Me dio un poco de miedo incluso, así que me quedé, al menos para no ponerle violento, o algo.
-Gracias, gracias. Es una buena historia.
-Bueno, pues quiero otro trago.

El tio abrió su cartera y sacó una lata de cerveza. Me la dio.

-Estaba vendiendo cervezas por la playa- continuó -y entonces estaban esas tias buenas americanas tomando el sol, enseñando las tetas y con esos bikinis pequeños, con flores y dibujos.
-¿Tangas?
-No lo sé, se les veía el culo, y casi el coño.
-Aha.
-Entonces les ofrezco mi cerveza, me dicen que no y yo les digo que es gratis, que no tienen que pagar; gratis. Ellas sonríen y cogen mis latas. Les dí tres latas gratis. Hacía mucho calor y tenían mucha sed.
-¿Y te las follaste?
-Sí.- Y el tio me da otra cerveza. -Toma amigo.

El tio me contó que sabía hablar un poco de "americano" y se sentó a hablar con ellas. Les empezó a contar mierdas y a darles cerveza y le cogieron confianza. Las tias pillaron una buena taja. El tio les dijo que tenía una barca y que si querían ir a dar una vuelta, solamente se apuntaron dos. Se las llevó detrás del Club Marítimo y se echó encima de una. En vez de cabrearse empezaron a reír, me dijo, y una se agachó y le sacó el pene y empezó a comérselo. Él se estaba enrollando a la otra y le empezó a sobar las tetas y a meterle la mano dentro del tanga, agarrándole el culo y apartando violentamente el tejido. El tio era muy explícito. El caso es que se folló a las dos tias. Le dije que me parecía acojonante y le felicité, brindamos por su hazaña y luego me levanté.

-Bueno, ahora si que me largo amigo.
-No, no, no. Tengo más cerveza.- Y el tio abrió la bolsa que llevaba encima, estaba llena de latas de cerveza.
-Bueno, otro trago si que me apetece.

Pillé un buen pedo ese día. Me contó más historias sobre folladas curiosas y yo escuché. Evidentemente no me creí ni una. Entonces llegó un momento en que ya no recuerdo nada.

Me desperté en la playa por la mañana siguiente. Me dolía la cabeza un montón. El tio ese estaba a mi lado, mirándome. Yo estaba aún borracho y no pillaba nada. El tio no paraba de mirarme, joder. De repente, alargó su mano y me tocó el paquete. Yo me quedé igual, mirándolo. El tio sonrió y lo volvió a hacer. Yo me aparté, me levanté con cierta dificultad y me fui.

Andando de vuelta al apartamento me di cuenta de que tenía la bragueta bajada y que me había dejado las gafas en la playa. No quería volver. No sé por qué, pero había pasado algo extraño y no quería volver. Al llegar a casa me puse a dormir. Me desperté al anochecer y me pasé toda la noche despierto, pensando en qué coño me había hecho ese maricón.

lunes, 21 de enero de 2008

Como medio puto brazo


Joder. Hace un rato estaba hablando con un colega por internet, por el SMS ese de mierda y voy y le digo, y eso que solamente quería ir a buscar un par de birras, y le digo al tio -Voy a cagar- , sabéis, "voy a cagar". Joder. Entonces he pensado que quizás esta sea la frase que más se dice en el SMS ese. "Voy a cagar", y la gente no va precisamente a cagar, algunos puede que si, pero la mayoría de gente lo dice para deshacerse de su interlocutor, para pajearse o yo que sé. El caso es que le digo "voy a cagar" y voy a la cocina a coger cerveza y de repente me doy cuenta de que me estoy REALMENTE cagando. Así que finalmente voy a cagar. Me cojo la hoja de las letras de un disco que me acaba de llegar de los Homostupids (cuando la gente dice Pissed Jeans yo digo Homostupids, cabrones) y me la llevo para leer. Estoy un buen rato y cuando me levanto, joder, cuando me levanto hay una cagada tan grande como medio brazo de hombre adulto, o sea, un tronco enorme salido de mi recto. Joder. Lo miro durante un rato y luego lo mato. Vuelvo al SMS messenger y le digo al colega -Joder, he cagado algo tan grande como un medio brazo- y el tio me dice -foto-, simplemente eso, "foto". Joder, no lo había pensado en su momento. El caso es que le digo que lo he matado y que no tengo foto, pero que si cago otro ya lo haría. Luego he venido al blogspot a escribir esta gran aventura.

Es increíble lo que le puede pasar a un tipo corriente como yo un lunes al mediodía. Joder.

A sí, esta imagen es una crítica que nos hicieron los tipos del TMEO hace ya un tiempo, en su número 94. Creo que se lo dimos en el Saló del Còmic del año pasado. A Roger creo, bueno, al cantante de "El mal ja està fet", un tipo de VERDAD. No sé si se lo dimos o si lo compró, bueno, da igual. La crítica es de putamadre. A ver si así os animáis a comprar nuestra mierda.

Saludos negros.

jueves, 17 de enero de 2008

Cada vez falta menos


Bueno, este es el aspecto que tendrá el Chuck Norris #4. Dos colores, dos formas de entender la vida, dos métodos para defecar en servicios públicos sin tener miedo. El tipo que sujeta los Chucks en la foto es Miguel Delgado, nuestro abogado sexual.

The Darjeeling Limited es una puta basura. El último LP de Carbonas no. ¿Jeffrey Brown empieza a rayar? (lo que hay que hacer para salir en el maldito google/internet2). Les savy fav.

A dey see you lata.

jueves, 10 de enero de 2008

Viento en polla


Todo va viento en polla.

Chuck ya se está reproduciendo. En breve lo podréis encontrar en las tiendas de Barcelona que siempre han estado allí y en las que acaban de llegar. Ya avisaremos. Ya haremos un listado de mierda para que sepáis dónde encontrar ejemplares de Chuck Norris #4.

Por otra parte, estamos urdiendo distintas extratajemas para tener un maldito stand de un metro por medio metro en el Saló Internacional del Còmic de Barcelona. De nuevo allí estaremos, con el camarada de Sutura Satana y creador de las tiras mágicas del Mondo Sonoro y, quizás, con algún otro perdedor más. Ad futuram rei memoriam cabe decir que el año pasado ya presentamos un Chuck Norris #4, eso sí, incompleto y de calidad popular. El nuevo Chuck tiene más contenido y más calidad en el objeto impreso. El año pasado presentamos ese fake para podernos tirar a unas pibas que venían de Alicante.

Pues bien, de momento nada más. Actualizamos hoy porque ayer aún estábamos de fiesta de fin de año en un yate. No queríamos hacer nada y al final un colega nos lió con una movida; estrellas de cine, Juanes, Bustamante, bocadillos de lomo, cocaïna verde, trufas negras (broma interna de la fiesta), Veracruz y el mismo Jesús.

Saludos.