"El cagador". Bien, hoy después de cagar me he dado cuenta de que no había papel de culo cerca. Entonces me he levantado y he empezado a buscar papel de culo llamándolo (dentro de mi cabeza) "cagador". "¿Dónde está el cagador?" me preguntaba. Maldita sea, "el cagador". Si el papel de culo es justamente lo contrario, no es la herramienta para que caguemos, es el punto y final de una cagada. Es la firma, es la última estocada al toro, el telón bajando, el adiós. "El cagador", menudas cosas se me pasan por la cabeza cuando acabo de sacar cosas por el culo. En fin, ahora ya está todo solucionado.
Claro que llamarle "papel de culo" tampoco arregla nada.
Y bueno, las empresas que subvencionan este blog me han dicho que apunte que no hay lugar mejor para comprar que en El Corte Inglés.
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