
Contexto y análisis de los productos actuales: El problema.
Nuestra sociedad española está constituida por seres vagos. No somos responsables, no somos como los del Ikea, que cumplen y se lo curran. Si tenemos que levantarnos temprano nos vamos a beber y empalmamos. Si tenemos que presentar un trabajo tal día, lo hacemos media hora antes. Ya me entendéis. Uno de los grandes problemas de los españoles es que no nos gusta trabajar. No somos como los Italianos o los Griegos que adoran levantarse y hacer yogures y panteones de esos medio destruidos. NO. Nosotros odiamos (y nos pone tristes) tener que levantarnos a las siete de la mañana y tener que ir a trabajar. La mayoría de los españoles lo odian y, como consecuencia, vaguean. Se quedan en la cama dormitando, luego se duermen y llegan tarde y lo joden todo y hacen que el país vaya mal. Incluso se inventan tácticas de mierda para luchar contra el despertar (algo contra lo que no se puede luchar, como la muerte y el yogur). Me explico, hay gente que se pone el despertador, suena, lo apaga, lo pone cinco minutos más tarde y vuelve a dormirse. Vuelve a sonar y hace otra vez lo mismo. Esto es completamente estúpido. ¿Es que no tenemos el suficiente VALOR o no somos los suficientemente profesionales como para, simplemente, despertarnos? La sociedad ha evolucionado y ya ha creado despertadores que hacen esta tarea y suenan en distintos intervalos, así no tienes que ir poniendo la alarma para que suena dentro5 minutos. Hay gente que simplemente ignora el despertador y se queda sobando después de escuchar 20 pitidos seguidos, ni pone la alarma un poco más tarde ni nada, SUDA. Entonces ¿por qué coño te pones el despertador pedazo de hijo de la gran puta? La tecnología (ella) ha inventado mil sistemas, todos basados en el sonido. Está bien pensado que se interrumpa el sueño con algo molesto, eso está bien. ¿Pero a caso es suficiente el sonido para despertarnos? Han hecho despertadores con volumenes MUY fuertes, con sonidos MUY desagradables e incluso despertadores con RADIO. En fin, todos conoceréis distintos casos, todos ellos divertidos y tal y tal pero todos nos llevaran al mismo sitio, a eso que algunos llaman el "despertar loco". El intento de evitar el despertar. Nos entendemos. Seguimos. Todos estos inventos fallan en la base, en la idea del despertar a través del sonido, intentando emular ese gallo del pasado que nos despertaba con la salida del sol, ese gallo que nos decía que teníamos que levantarnos y empezar a trabajar el campo. Pero eso era antes, las tareas actuales ya no tienen nada que ver y el sonido del gallo, nuestro despertador actual, ya no nos conviene, es por eso que lo evitamos, porque no nos pertenece, no es propio de nuestra sociedad. No es moderno (en cuanto a propio de nuestros tiempos).
Solución
Mi idea es crear un despertador perfecto. Un despertador que no se base en el sonido. Mi idea es comercializar un producto fácil de producir y totalmente efectivo. Se trata de algo que te avisa de que llega un nuevo día y que hay que despertarse pero que no se puede evitar. Algo contra lo que NO puedas luchar. No hay triquiñuelas, no hay trampas, no podemos ignorarlo, tenemos que despertar, NO HAY ALTERNATIVA. Amigos, estoy hablando del supositorio picante. Si amigos, se venden en distintas cantidades (6, 12, 24 y 50) y cada supositorio tiene dibujado en su cuello unos símbolos. Hay distintas rayas con un número al lado, correspondiente a las horas que quieras dormir. Las más pequeñas (que estan por todas partes) indican la unidad; una hora. Hay separaciones más largas cada 4 horas. Por lo tanto tenemos tres rayas largas (4, 8 ó 12 horas) separadas cada tres rayas pequeñas. Esto, como he dicho antes, sirve para medir el tiempo. Cuando se han escogido la horas que se quieren dormir se parte el supositorio con la boca o un cuchillo afilado y se guarda para un uso posterior (la siguiente noche). Una vez cortado se introduce en el recto como un supositorio normal. Aquí es cuando nos vamos a dormir.
¿Pero qué pasa? Cuando el supositorio ya se ha diluido por completo (momento en el que el despertador empezaría a sonar), un terrible picor INFERNAL empieza a bombear nuestra cavidad anal, nuestros límites del ano. El picor es terrible y nos despierta de golpe, empezamos a movernos como si tuviéramos algo encendido en nuestro culo pero no podemos rascarnos, nos estremecemos en la cama como el momento en que descongelan a Han Solo. Es terrible, no se puede evitar y nos obliga a hacer tal esfuerzo que nos pone en marcha para empezar el nuevo día. Nadie puede seguir durmiendo con ese picor, ni siquiera los borrachos. Es el despertador perfecto. Te pica y te pica y no puedes evitar levantarte. El efecto dura varios minutos y cuando termina estás completamente sudado y tu culo bombea como si acabaras de correrte. Ya estás despierto.
Nota: No produce efectos secundarios ni heridas en el recto ya que está hecho con mierdas naturales.
Conclusiones
El despertador es funcional. Es barato de producir. Su precio de venta al público es mínimo y el estado los puede proporcionar gratis a los pensionistas. Es un producto ya conocido y fácil de usar; no es nada nuevo que nos de miedo, nos ponen esas cosas por el culo desde pequeños. Obliga el despertar y hace que lleguemos despiertos al trabajo y hagamos que este país funcione, arranque en el motor europeo y nos haga estar orgullosos de nosotros mismos y de España.
Gracias.